TOLERANCIA Y HUMANISMO

La enseñanza masónica no es una metafísica. La iniciación masónica no es una revelación definitiva de una verdad única. La vía iniciática brinda al individuo los instrumentos simbólicos indispensables a su perfeccionamiento;  no es un dogma sino un método.

El Gran Oriente de la Franc-Masonería del Uruguay es una sociedad de hombres y de mujeres libres;  no impone a sus miembros ninguna creencia metafísica. Se esfuerza por desarrollar en ellos un espíritu crítico, espíritu de libre examen. Los Franc-Masones son, ante todo, libre-pensadores. Estiman que no se trata ni de llegar a la verdad absoluta, definición válida para todos los tiempos, ni de sustraerse al juicio de la razón.

Las reglas de disciplina interior y de discreción con respecto al mundo profano no limitan la libertad del Franc-Masón. Entrando en el Gran Oriente de la Franc-Masonería del Uruguay, el profano no renuncia a ninguno de sus derechos, a ninguna de sus convicciones;  él se impone como primer deber el respeto de las opiniones de sus hermanos y se asegura la posibilidad de expresar libremente las suyas. La tolerancia mutua, es la regla de trabajo masónico, que permite todas las confrontaciones de ideas. Los Franc-Masones no han aceptado nunca ningún menoscabo, cualquiera sea su carácter, al espíritu de libre crítica y de libre examen. Siempre han denunciado toda fuerza limitante, condicionadora o violadora de las conciencias. La confianza en el hombre que proponen los Franc-Masones los lleva a creer en su perfectibilidad y en la de las sociedades, su filosofía es resueltamente optimista. Y a pesar de los momentos oscuros por los que de tanto en tanto pasan los países o la humanidad, los Franc-Masones siempre accionan y piensan en el sentido de que esos períodos son pasajeros y que el hombre y las sociedades humanas sabrán encontrar los caminos de su libertad.

En un mundo y una sociedad donde los valores materiales sirven casi siempre de único criterio de discernimiento, el Franc-Masón intenta por la vía del ejemplo de sus hermanos y hermanas, y por las enseñanzas de la orden, ser un hombre justo o una mujer justa y obedecer a las obligaciones morales del honor y de la probidad.

La Franc-Masonería, además de una escuela del pensamiento, es ante todo una escuela de dignidad humana.

SOLIDARIDAD Y FRATERNIDAD

“Centro de Unión”, la Franc-Masonería Universal tiene por misión agrupar las buenas voluntades dispersas por el universo. Muchas veces se ha caricaturizado la solidaridad existente entre los Franc-Masones. Se ha pretendido ver en la Franc-Masonería a una sociedad de servicios mutuos, incluso una misteriosa “mafia” que asegura el éxito social de sus miembros. Son opiniones – seguramente interesadas – que olvidan que las preocupaciones de la Franc-Masonería son esencialmente filosóficas y cívicas,  y que su filantropía se ejerce mucho más sobre el plano moral que sobre el plano de lo material. La orden masónica no está al servicio de sus miembros, sino al servicio de su ideal. De acuerdo a este criterio, rechaza de su seno – con la misma severidad – tanto a quienes traicionan conscientemente sus principios;  a quienes tienen una vida profana no digna de un hombre o de una mujer de honor;  como a aquéllos o a aquéllas que han venido a la Institución por cálculo inferior o por ambición mundana.

Pero, es evidente, por otra parte, que el Franc-Masón es vecino, en su logia, de hombres o mujeres muchas veces eminentes y representativos de todos los medios económicos, sociales y culturales, por lo que se enriquece intelectualmente, articula ideas, informaciones, se perfecciona en el arte de la expresión y de la escucha; del intercambio de opiniones. Él o ella, adquiere de esta manera, insensiblemente, progresivamente, calidades que el mundo profano consagra y promociona, lo que muchas veces, hace del Franc-Masón un hombre o una mujer apto para recibir la confianza de puestos que requieren y exigen, de él o ella, competencia y seriedad en sus tareas.

EL TRABAJO MASONICO

La Franc-Masonería, entidad simbólica independiente de los partidos y de los poderes políticos, ha sufrido muchos ataques; su ideal democrático le ha valido – actualmente también – de ser perseguida por los regímenes políticos totalitarios; por el liberalismo de sus concepciones filosóficas ha sido condenada por la iglesia católica, y sus miembros excomulgados. Sin embargo, la Franc-Masonería ignora estas reacciones hostiles y continúa su trabajo.

Cada Franc-Masón “desbasta su piedra bruta”,  se enriquece moralmente del trabajo cumplido por él mismo y sus hermanos. Su lento progreso individual es el objetivo esencial de la Masonería. Las “piedras pulidas” sirven para construir el templo, construcción incansablemente proseguida desde hace siglos. Este templo está destinado a todos los hombres y sus constructores no desean reservarlo para su uso exclusivo.

LA FRANC-MASONERIA ES UN COMPROMISO

Ingresar en el Gran Oriente de la Franc-Masonería del Uruguay, es a la vez, un compromiso con uno mismo – esforzarse por ser una mejor persona y un buen ciudadano-, y un compromiso fuerte frente a la comunidad de Franc-Masones que lo aceptan en su seno como un igual.

Esencialmente el nuevo Franc-Masón, se compromete en los siguientes términos:

“Prometo trabajar con celo, constancia y regularidad a la obra de la Franc- Masonería; prometo amar a mis hermanos y hermanas y poner en práctica, en toda circunstancia, la gran ley de la solidaridad humana que es la doctrina moral de la Francmasonería.

Practicaré la ayuda hacia los débiles, la justicia hacia todos, la devoción hacia mi familia y hacia la humanidad, y la dignidad hacia mí mismo. Prometo defender los ideales y las instituciones laicas, expresiones del principio de la razón, la tolerancia y la fraternidad.

Prometo reconocer en el régimen republicano el sistema de gobierno democrático representativo que cristaliza más genuinamente la voluntad popular. Prometo, así mismo, contribuir a la unión de los hombres y mujeres de América Latina, en particular del MERCOSUR, en tomo a los ideales de integración, fraternidad, libertad y democracia”.